Mhijo el periodista... no! Comunicador
Sabemos que muchas veces cuando nos han consultado qué es comunicación social, la pregunta viene seguida de ¿es como periodismo?... después de responder miles de veces a ella, optamos por la cara de póker y seguir para adelante. Pero el Comunicador es una especie única (gracia a dió) y merece un análisis de sus características propias, aquellas cosas que nos hacen insuperables, ideales, magníficos, superiores... oh perdón
¿Por qué somos tan yoyistas? ¿Por qué nos gusta mostrarnos en situaciones que elevan nuestro ego hasta la luna ida y vuelta? Nos cuesta ser humildes, no podemos evitar la necesidad de que cualquier acción u oración que iniciamos deba comenzar con la primera persona del singular: yo hago, yo dije, yo comenté, yo propuse, yo sé, yo estuve, yo asistí, yo también Si nos pagaran por el tamaño de nuestro YO podríamos conquistar el mundo!!! Y si... somos una especie rara y lamentablemente no aún en extinción
Ya habíamos abordado desde otra punta este tema a partir de las fotos de perfil, pero, insatisfechos, la gente del National Tattler nos encargó esta nueva tarea (que se justifica con nuestra dificultad para el NO), motivados por la cantidad de quejas que llegan a la redacción de gente que no sabe a qué se refieren nuestros colegas cuando firman las notas como Comunicadores
No tenemos padre ni madre pero sí muchos tíos y primos lejanos con quienes nos confunden. Discutimos tema que aparezca pero no somos abogados; metemos mano en cuanto proyecto audiovisual nos convoque pero no somos directores de cine; publicamos en los blogs pero no somos escritores; remamos cualquier conversación pero no somos porteros de edificio ni taxistas simpáticos; nos paramos a hablar (aunque nos de miedo) pero no somos maestros ni profesores; reflexionamos sobre temas que van de la existencia de vida en otros planetas hasta la extinción de la especie a manos de los no-humanos pero no somos filósofos; analizamos cualquier imagen que se nos interponga en nuestro camino pero no somos semióticos; psicoanalizamos a cualquier persona que se interponga en nuestro camino pero no somos terapeutas, sabemos de física cuántica como de medicina sin tener títulos; conocemos la política mejor que los políticos, opinamos sobre todo en cuanta mesa (redonda) de café nos sentemos, algunos, hasta hablamos tan fuerte que la gente se nos aleja de los lugares públicos (léase asientos de colectivo, colas en el cine o en la fotocopiadora) Pero qué culpa tenemos si nuestra formación misma ha estado basada en una especie de programa híbrido venido abajo
En fin, ¿qué somos? (ah, la pregunta del millón) Somos un popurrí andante, un arbolito de navidad lleno de bolas de colores que dicen mucho y no dicen nada, somos una miscelánea, una metamorfosis en constante progreso y proceso, una sopa de verduras y de letras en constante ebullición, nos apropiamos del espacio y lo modificamos, muchas veces hasta lo coloreamos un poco
aunque odiamos los grises. Y alguna que otra amiga nos identifica como un libro gordo de Petete (bueno, modestia aparte che)
Somos la mejor imagen del neurótico que describe Zizek siguiendo a Lacan: hemos aprendido a leer entre líneas todo lo que nos rodea...
¿Somos pasionales? Nos gusta pelearnos usando palabras difíciles que ni nosotros entendemos pero que dimos en la clase del día anterior muchos somos aventureros natos y gatosfloros crónicos, pero qué se le va a hacer e lo q hay dice una compañera comunicadora.
Se les pasó alguna vez por la cabeza qué dirán nuestros hijos cuando le pregunten ¿y tu papá o mamá a qué se dedica? cuantas respuestas:
- Es un/a pelotudo/a
- Ni el/ella sabe bien
- Es casi un/a periodista
- Es como un/a periodista pero más amplio/a
- Se dedica a decir boludeces
- Es comunicólogo/a
bueno, comunica pero nadie le entiende
- Trabaja de algo
¿qué era?
Pero ser una especie bizarra, ¿nos hace más importantes? ¿nos hace merecedores del ayudante/alumno de honor? ¿del amigo piola que todos siempre quisimos tener? ¿del hijo exitoso que trabaja en prensa? ¿Nos hace tan importantes como para describir en las interfaces, nuestra vida junto a gente importante que da charlas y escribe, que viaja por el mundo y gana premios....?
Estamos comunicando algo con nuestra presencia en todos lados o al contrario, hacemos demasiado ruido, y nuestra cara de poker comienza a hacer agua por todos los rincones
Qué queremos decir cuando nos jactamos de haber rendido tesinas, de tener tribunales, de tener un doctorado en algún punto del globo, de haber asistido a una charla dada por el "Sr. Importante" o haber cursado una materia con Mrs. Robinson, o recibir la invitación para participar en un super grupo de investigación (en el que no somos más que proletarios pero de un amo con muchos honores).
No será que en el viaje de entrada al mundo del reconocimiento (siempre al lado de otro) nos hemos perdido nuestro propio camino nuestra historia Y así lamentablemente, en esta carrera, nos fuimos rodeando de competidores y no de compañeros, y quizás así, hemos ido perdiendo el aura sólo unos pocos, los más sabios la han sabido conservar...
Aunque todo lado malo tiene su hueco bueno, y este camino nos ha brindado mucha gente que gracias a los astros está más loca que uno..."prefiero mi locura a tu normalidad". La vida te da sorpresas, y algunas son gratas, porque mediante la amistad nos enriquecemos, nos hacemos mejores personas... aunque nos lleven por un camino en el que pasamos el punto de no-retorno (de derrape espiralado nos gusta decir)... "Dios los cría y Comunicación los amontona"
Las 3 leyes del comunicador
1. Un estudiante de comunicación no puede hacer daño a otro, aunque a veces por su inacción salga perjudicado.
2. Un estudiante de comunicación no debe obedecer las órdenes dadas por sus superiores, más cuando estas órdenes surgen de las esferas más altas de la Academia.
3. Un estudiante de comunicación debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Hay muchas excepciones a la regla, pero ese enano maldito que no se llama Chucky sino Ego, nos vuelve devotos a ellas, haciéndonos habitués discursivos de algunas constantes:
Somos todos buenos amigos hasta que nos llaman de los medios
Ah, yo porque fui invitada por prensa
.es la frase más escuchada y sufrida cuando uno va al cine y se encuentra a otro comunicador por los pasillos
Trabajo en prensa...si, en medios masivos
me regalan entradas
sorry gorda!!!! (La puerta está cerrada para vos!!!)
YO pude estar tras bambalinas y me dio una entrevista (que se traduce en dos palabras seguro)
Cuando uno tiene el ego demasiado pesado, la caída es más dolorosa. Sentirse importante lo hace a uno pesado, torpe y banal. Para ser un guerrero se necesita ser liviano y fluido dice el profe De la Torre en su msn citando a Castaneda.
Pero nadie puede sacarnos de ese hobby de agrandar el ego mediante el entorno, pegarse cual moquito (garrapata para los más eruditos) a alguna figura con unos kilos más de ego, que termina conformando una eterna cadena lamentablemente infinita...
Quien mucho abarca poco aprieta
Una lista de refranes que nos pueden ayudar (o sepultar un poco más) a compartir estas ideas:
Dime con quien andas y te diré quien eres
Si quieres saber cómo es una persona, fíjate en quién es su tutor
Tanto va el comunicador a la fuente, que al fin se adueña
Mejor amigos comunicadores en mano que 100 en Facebook
En casa de comunicador, fotocopias apiladas
El comunicador por sus posts muere
A palabras de algunos profes necios, oídos sordos
Nadie diga: de la radio no he de vivir
Dos mentes piensan más que una.... (Pierre Leeevyyy Pierre Leeevyyy!!!)
A materia promocionada no se pregunta el por qué
Contigo pan y
Comba
El comunicador siempre deja para mañana lo que tiene que presentar mañana
No hay grupo que por mal no venga
Autor que roba a autor tiene cien libros en edición
Si el comunicador no va a la Siberia, es porque la K se quedó sin luz (y no hay Mahoma que nos salve)
Siempre hay un comunicador para otro comunicador
Igual: a buen comunicador pocas palabras
publicado orginalmente el 27 de Agosto de 2009 en Dialógica
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